Hungría pertenece a la Unión Europea, pero su moneda no es el euro sino es el florín, por lo que es importante que estéis atentos al cambio para sacar el máximo partido a vuestro presupuesto low cost. Asimismo en el país se habla el húngaro, una lengua con una fonética muy particular, aunque en inglés os entenderán perfectamente. Budapest es una ciudad acostumbrada a recibir turistas internacionales, por lo que a buen seguro el idioma no será un problema.
En la ciudad podemos visitar monumentos destacados como el Parlamento, la Basílica de San Esteban, el Palacio Real o el Bastión de los Pescadores, entre otros muchos atractivos que ofrece Budapest a nivel monumental. La capital húngara también es conocida por sus múltiples balnearios abiertos durante todo el año, como el de Rudas o el de Széchenyi, que además es uno de los más grandes de Europa. Cuando cae la noche, en la ciudad se celebran las mejores fiestas en las termas, probablemente las más animadas y conocidas a nivel europeo.
Otra de las actividades más demandadas que os animamos a hacer sí o sí, es el paseo en barco por el Danubio, uno de los ríos más largos e importantes de toda Europa. Para ver la ciudad desde otro punto de vista, con una perspectiva diferente que os permita disfrutar de las maravillosas vistas a ambos lados del río. Lo más recomendable es hacer la visita por la noche, cuando todas las luces iluminan Budapest y la ciudad alcanza su máximo esplendor. Una experiencia inolvidable para enamorarte de una de las ciudades más bonitas de Europa.