Hoy en día, las maletas son compactas, fáciles de transportar y cada vez más ligeras, pero esto no siempre ha sido así. De hecho, los modelos de maletas con ruedas no llegaron al mercado hasta bien entrado el siglo XX, en los años 70. En esa época, y en el marco de un viaje al Caribe, el empresario Bernard Sadow vio algo que cambió el concepto de equipaje, al menos tal y como se conocía hasta entonces. Al llegar a la aduana, cuando arrastraba sus dos pesadas maletas, observó como un operario del aeropuerto movía una máquina en una plataforma con ruedas. Y ahí fue el momento en el que se le ocurrió la idea que marcó un antes y un después en el sector, cuando pensó que los viajeros necesitaban equipajes sobre ruedas. Porque aunque en un principio su propuesta no cuajó en el mercado, pronto se popularizó y el modelo inicial fue mejorando con el paso de los años. Así, a finales de los años 80, el piloto Bob Plath creó la maleta estándar con manija retráctil que conocemos hoy en día, basada en los equipajes que tienen 2 ruedas. Pero ahí no acabó la cosa, porque con la entrada del siglo XXI cada vez hemos conocido maletas sobre ruedas más sofisticadas y prácticas.
De esta forma, se asentó el prototipo de maleta actual de la sociedad moderna, que en los últimos años convive con los nuevos modelos de 4 ruedas. Y ahí es donde surge la duda para el viajero, ¿qué tipo de maleta es mejor? Probablemente, para esta pregunta no hay una respuesta universal, puesto que dependerá de las necesidades de cada persona. Por lo tanto, lo mejor es valorar las ventajas e inconvenientes de cada modelo, para acertar en la decisión de compra y adquirir el modelo más adecuado para nosotros. Mientras que las maletas de 2 ruedas suelen ser más económicas, ligeras y espaciosas, las de 4 son más estables y fáciles de transportar, siendo ideales para personas con movilidad reducida o simplemente para viajeros que quieran hacer menos esfuerzos.