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Escapada a la isla de La Palma, la Isla Bonita de Canarias

isla de la palma

Teníamos muchas ganas de conocer de primera mano la isla de La Palma, considerada la Isla Bonita y más verde de Canarias, y lo cierto es que nuestro ansiado viaje no pudo ser más gratificante. Si buscas naturaleza exuberante, un remanso de paz con buenas rutas de senderismo y huir de las masificaciones turísticas, esta es tu isla.

DÍA 1: ZONA SUR DE LA ISLA

Para aprovechar bien la escapada, tras disfrutar de un gran día el sábado anterior en las Jornadas de los grandes viajes de Madrid, el domingo volamos a La Palma muy temprano por la mañana con una pequeña escala en la isla de Tenerife, de la mano de la aerolínea canaria Binter. Después de una pequeña parada en el Aeropuerto de Tenerife Norte, un avión más pequeño nos llevó a la isla de La Palma en apenas media hora.

Aprovechamos la ocasión para destacar el buen hacer de esta compañía aérea en constante crecimiento, caracterizada por su profesionalidad y precios competitivos, así como una flota de aviones bastante moderna y servicios extra como un pequeño menú a bordo con productos típicos de Canarias incluido en el precio del billete.

Al llegar a la isla, teníamos reservado un coche de alquiler con Discover Cars, una plataforma web en la que podéis conseguir los mejores precios del mercado. En nuestro caso nos dieron un Citroen C3, ideal para recorrer la isla por su tamaño compacto y bajo consumo. Ya con el coche en nuestras manos nos dirigimos al alojamiento en la cercana Villa de Mazo, situada a apenas 15 minutos del aeropuerto en la zona sureste de la isla.

Mención especial merecen nuestros encantadores alojamientos, en los que Markus y su mujer nos hicieron sentir como en casa. Su historia es muy curiosa, pues tras muchos años trabajando en la isla de Formentera decidieron un cambio de rumbo radical para iniciar una nueva vida en la isla de La Palma, en busca de mayor tranquilidad y la posibilidad de emprender un negocio propio. Así surgió su variopinta villa turística, con diferentes alojamientos sencillos y muy acogedores llenos de personalidad propia. Las dos primeras noches estuvimos muy a gusto en una minicasa tipo estudio rodeada de naturaleza y con vistas.

Dejamos el equipaje y emprendimos la ruta por la volcánica zona sur de la isla, que nos llevo inicialmente a la localidad costera de Tazacorte, uno de los municipios más afectados hace unos años por la erupción del volcán de La Palma. Afortunadamente, a día de hoy ya ha recuperado la normalidad y es una de las zonas más turísticas de la isla, estrechamente ligada a su puerto deportivo desde el que parten la mayor parte de las excursiones en barco que se pueden hacer en la isla. Aprovechamos la visita para comer junto a su playa de aguas tranquilas y arena negra.

De Tazacorte nos fuimos al pueblecito de pescadores de El Remo, tan auténtico como desconocido para los turistas ya que no aparece en las guías de viaje, con una pequeña parada incluida a la vuelta en la zona de baño del Charco Verde. Cabe destacar que a ambos emplazamientos se accede por una nueva carretera reconstruida en tiempo récord, pues fue la zona más afectada por la lava en la erupción del volcán de Cumbre Vieja (que tras una consulta popular a los vecinos pasó a llamarse volcán de Tajogaite), dejando su huella en la historia de la isla. Impresiona ver cómo dos nuevas fajanas formadas por la lava han cambiado el paisaje de esa parte de La Palma, ampliando la superficie de la isla en 48 hectáreas.

A media tarde, decidimos hacer una parada en un sendero entre los volcanes de Teneguía y San Antonio, para hacer una pequeña parte de la conocida como ruta de los Volcanes de La Palma, que atraviesa la zona sur de la isla a lo largo de unos 22 kilómetros.

Y de ahí nos fuimos a la punta sur de la isla, que cuenta con atractivos turísticos que merece la pena conocer como la playa de Echentive y especialmente el faro y las salinas de Fuencaliente, que en conjunto configuran una estampa muy vistosa ideal para despedir la tarde.

Finalmente, de regreso a nuestra casita en Mazo paramos a cenar en la localidad de Breña Alta y nos fuimos a descansar pronto, para coger fuerzas y dedicar las dos próximas jornadas a conocer los verdes paisajes y exuberantes entornos naturales del norte y el centro de la isla.

DÍA 2: COSTA NORESTE DE LA PALMA

Tras desayunar en la acogedora casa de la villa de Markus, comenzamos la jornada con una visita muy especial en Santa Cruz de La Palma, localidad costera que además es la capital de la isla. Habíamos quedado con Inma, propietaria de la bonita tienda Artesanía Chandy, situada en un precioso edificio de la calle comercial más transitada en el corazón de la ciudad. Si vais a la isla de La Palma no podéis dejar de visitarla, la dueña es encantadora y es un punto de venta de nuestra marca LIVEGENS, por lo que entre sus productos podéis encontrar una amplia selección de nuestras gafas de sol de bambú polarizadas, artesanales y sostenibles.

Además de la propia tienda, una de las cosas que más nos gustó de la ciudad fue el marcado estilo arquitectónico indiano de buena parte de los edificios, especialmente en la fachada marítima y el centro de la localidad, motivado por los numerosos canarios que migraron a América y consiguieron regresar a casa con una pequeña fortuna desde países como Argentina, Cuba y otros territorios de ultramar. Una influencia indiana que también es muy notable en muchas localidades de Galicia y el norte de España.

Desde Santa Cruz de La Palma iniciamos nuestro recorrido por la franja costera noreste de la isla. La primera parada fue el Cubo de la Galga, donde realizamos una ruta de senderismo de unos 5 kilómetros (2,5 de ida y otros tantos de vuelta) atravesando un bonito bosque de laurisilva.

Continuamos la jornada adentrándonos en el bosque de Los Tilos, emplazado en el Parque Natural de Las Nieves, donde la laurisilva es también abundante, los túneles forman parte del paisaje y el verde está de nuevo omnipresente.

Mención especial merece su bellísima cascada natural, a la que se accede por un pequeño sendero perfectamente acondicionado y accesible para personas de todas las edades. Si vas a La Palma, esta es una de las visitas imprescindibles en tu hoja de ruta en la isla.

Ya por la tarde, visitamos algunas de las zonas de baño más señaladas de La Palma. Primero las piscinas naturales de La Fajana, situadas al norte de la isla entre majestuosos acantilados bañados por el Atlántico.

Una parada más que recomendable para darte un relajante baño con vistas o simplemente disfrutar de la belleza del paisaje.

De ahí nos fuimos al Charco Azul, otra piscina natural de aguas cristinas igualmente bonita pero más concurrida por turistas y lugareños.

Por si esto fuera poco, aún tendríamos una grata sorpresa ese día para darnos un último baño, a modo de colofón a una pequeña ruta de senderismo que nos llevó hasta la playa de Nogales, ideal para surfistas por su notable oleaje. Ya el propio sendero es una maravilla a nivel visual y paisajístico, con un acceso a la playa que empieza en el aparcamiento y bordea los acantilados (no olvides tomar las debidas precauciones, especialmente en días de viento o meteorología adversa).

En nuestro caso tuvimos suerte con el tiempo y nos sorprendió que al llegar al bonito arenal de arena negra estábamos prácticamente solos. De todas las que vimos, sin duda Nogales es la mejor playa de la isla aunque no la más accesible, ya que deberás caminar unos 600 metros por el sendero salvando una pendiente bastante pronunciada.

Y finalmente decidimos acabar nuestra segunda jornada en la isla regresando a cenar a Santa Cruz de La Palma. En concreto a Casa Luis, un acogedor restaurante que funciona como tasca de comida canaria no tan conocido que nos había recomendado nuestra buena amiga Bego, gran viajera y amante de la isla. La comida estaba riquísima y el encargado nos contó algunas curiosidades de la capital, como que el puerto original y más importante de Canarias fue el de la ciudad. Si buscas un lugar auténtico y familiar para comer en Santa Cruz de La Palma, no te lo pierdas.

DÍA 3: CENTRO Y NOROESTE DE LA ISLA

Iniciamos el día con un pequeño cambio de alojamiento, moviéndonos al que teníamos justo al lado dentro de la propia villa de Markus. No queríamos dejare pasar la ocasión de probar la experiencia de dormir en un antiguo depósito de agua, reconvertido en un alojamiento turístico tan sencillo como lleno de encanto.

La tercera jornada prometía mucho y así fue, ya que para ese día nos habíamos reservado algunos de los grandes atractivos de la isla. La primera visita fue al Roque de los Muchachos, el pico más alto de la isla con sus 2.426 metros de altura. Aunque la subida es empinada y tiene muchas curvas, la carretera está en muy buen estado, por lo que subiendo en marchas cortas y manteniendo las debidas precauciones con el coche llegarás sin mayor problema. Algo que debes tener en cuenta en La Palma es que es una isla montañosa, en la que es habitual salvar desniveles pronunciados que nos llevan a subir y bajar cuestas continuamente, lo que genera a la vez un microclima más fresco especialmente en las zonas más elevadas. En cualquier caso, en términos generales la red de carreteras nos sorprendió gratamente, la mayoría están cuidadas y perfectamente asfaltadas.

Al llegar al Roque de los Muchachos, encontrarás un Centro de Visitantes y un impresionante Observatorio Astrofísico con enormes telescopios. Por su ubicación estratégica y baja contaminación lumínica, la isla ha sido reconocida como un destino turístico Starlight de primer nivel y está considerada uno de los mejores lugares del mundo para la observación de estrellas.

Aunque nosotros no pudimos vivir esta experiencia nocturna por falta de tiempo, sí que tuvimos la oportunidad de hacer un poquito de senderismo por la mañana entre los diferentes miradores panorámicos del Roque de los Muchachos, que forma parte del Parque Nacional y ofrece impresionantes vistas de la Caldera de Taburiente y otras zonas de la isla. Bajo nuestro punto de vista, esta es otra de las visitas imprescindibles si vas a la isla de La Palma.

Después de empezar el día de una forma tan potente, seguimos la ruta hacia el mirador de Izcagua del municipio de Puntagorda, que en realidad son 3 miradores acristalados con bonitas vistas y una tirolina que está operativa principalmente los fines de semana. Además, es un buen sitio para parar si llevas algo de comida ya que cuenta con un parque con merendero.

Seguimos avanzando hacia la costa oeste de la isla, ya que teníamos muchas ganas de conocer un pueblecito emplazado entre las rocas frente al mar dentro de una cueva volcánica natural.

Se trata de Poris de Candelaria, un pequeño pueblo de pescadores único y considerado uno de los más bonitos de España. Sin duda la parada merece la pena, pero debes tener mucho cuidado si bajas con el coche ya que la carretera es estrecha y muy empinada. Como ya estábamos advertidos, extremamos las precauciones y la visita acabó siendo otra de las gratas sorpresas del viaje.

Ya por la tarde nos dirigimos hacia los Llanos de Aridane con una pequeña parada para tomar algo en el mirador del Time, que en realidad es la terraza de un bar que ofrece estupendas vistas de la zona sur de la isla, desde los Llanos a Tazacorte pasando por el volcán de Tajogaite (antiguo volcán de Cumbre Vieja) y sus nuevas fajanas.

En los Llanos, la localidad más poblada de la isla superando ligeramente a Santa Cruz de La Palma, paseamos por su casco histórico situado en torno a la plaza de España y descubrimos su cuidada y llamativa arquitectura tradicional canaria. Y no podíamos irnos sin probar el café de Don Manuel (traído directamente desde sus plantaciones en Colombia), reconocido por su calidad con varios premios a nivel nacional.

Y finalmente, en el día más caluroso de nuestra estancia reservamos el último tramo de la tarde para visitar la majestuosa Caldera de Taburiente, una enorme depresión volcánica de unos 8 kilómetros de diámetro situada en el centro de la isla que da nombre al Parque Nacional homónimo, uno de los más hermosos del país.

En nuestro caso hicimos una ruta circular preciosa de unos 3 kilómetros en torno al Mirador de la Cumbrecita, que va pasando por diferentes miradores panorámicos con el pino canario como especie predominante y una vegetación realmente exuberante.

El tiempo era ideal para caminar, la ruta está bien señalizada y apenas había gente, por lo que disfrutamos mucho de la experiencia antes de regresar a cenar a Mazo. En su conjunto, podemos decir con convencimiento que el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente es de lo mejor que hemos visto por España a nivel natural y paisajístico, una visita casi obligada si viajas a la isla de La Palma.

DÍA 4: RELAX Y MAÑANA DE PLAYA

Casi sin darnos cuenta llegamos al último día de estancia en la isla, aún con toda la mañana libre por delante ya que nuestro vuelo salía a media tarde.

Esta última jornada la enfocamos de una forma muy relajada, con vistas a disfrutar de una tranquila jornada de playa. Empezamos el día con una recomendación de nuestro anfitrión Markus, la playa de la Salemera en el propio municipio de Mazo, una pequeña cala de origen volcánico situada junto a un pintoresco pueblecito de pescadores y rodeada de acantilados.


Como la marea estaba muy baja la zona de baño estaba un poco limitada, por lo que tras pasear por el tranquilo pueblo a pie de playa decidimos continuar la mañana en las playas de la capital Santa Cruz de La Palma, más extensas y perfectamente acondicionadas para el baño. En concreto nos quedamos en la playa de Bajamar, situada entre el puerto deportivo y el Risco de la Concepción, un hidrovolcán de origen submarino declarado monumento natural que confiere mayor personalidad y belleza a esta playa semiurbana de arena negra.

Aprovechamos la mañana de playa para comer y recorrer por última vez el bonito paseo marítimo de la capital, antes de volver a nuestro alojamiento a recoger las cosas, despedirnos de nuestros anfitriones y devolver el coche de alquiler en el aeropuerto, con la certeza de que nuestra primera visita a la isla de La Palma no será la última.

Con sus variopintos paisajes, pueblos con encanto y buena gente, podemos decir con rotundidad que la maravillosa Isla Bonita ya se ha convertido en uno de nuestros rincones favoritos de España.

Javier & Aitor Ramón | viajeroslowcost.com

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